La marca de lujo acusada de explotar a trabajadores indígenas que le proveen la "fibra de los dioses"

Un legislador de EEUU ejerce presión sobre la casa de diseño Loro Piana para que pague lo justo por la lana que usa en algunas de sus prendas más costosas

Una tienda de Loro Piana en Manhattan en 2021. Un suéter de lana de vicuña, considerada la
Una tienda de Loro Piana en Manhattan en 2021. Un suéter de lana de vicuña, considerada la "fibra de los dioses", se vende por más de 5,000 dólares. (Jeenah Moon/The New York Times)

WASHINGTON — Un suéter de diseñador con un precio de 9,000 dólares hecho con la escasísima lana de un animal sudamericano llamado vicuña no es exactamente un tema típico de interés para un miembro del Congreso.

Pero cuando el representante Robert Garcia, demócrata primerizo de California y la primera persona peruana en formar parte de la Cámara de Representantes, vio noticias en las que se informaba que la casa de diseño de lujo Loro Piana no les estaba pagando una compensación justa a los trabajadores indígenas de Perú que proveen la preciada lana que emplean en algunas de sus prendas tejidas más costosas, decidió aprovechar su posición para lograr que se prestara atención al tema.

“Puesto que soy el primer legislador peruano-estadounidense y copresido el caucus de Perú en el Congreso, escribo en referencia a algunos informes sobre la forma en que obtiene lana de vicuña Loro Piana, subsidiaria de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton”, les escribió a los ejecutivos de la empresa el mes pasado.

Exigió que la casa de modas —que vende productos como camisas, bufandas y abrigos de entre 500 y 30,000 dólares— explique cómo es posible que, aunque ha elevado mucho sus precios, no ha dejado de reducir los pagos efectuados a las personas que trabajan para obtener la materia prima que utiliza.

“Aunque los precios de Loro Piana han aumentado, el precio que le paga a la comunidad de Lucanas por cada kilo de las fibras ha bajado un tercio en poco más de una década; en cuanto a los ingresos de los pueblos derivados de la vicuña, han bajado un 80 por ciento”, escribió Garcia.

La controversia entre Garcia y la marca italiana de ropa de 100 años de antigüedad, cuyas prendas tejidas son una especie de talismán de la élite que únicamente reconocen los consumidores de moda más devotos, tan solo es un ejemplo de una práctica muy común en el Congreso: que los legisladores —muchos de ellos con trayectorias e historias personales únicas— aprovechen sus plataformas y facultades de supervisión para ejercer influencia en los temas que les importan.

El representante Robert Garcia (demócrata de California) durante una audiencia en el Capitolio en Washington el 18 de abril de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times)
El representante Robert Garcia (demócrata de California) durante una audiencia en el Capitolio en Washington el 18 de abril de 2023. (Haiyun Jiang/The New York Times)

“Cuando hablamos sobre varias marcas conocidas en el mundo, como Louis Vuitton y otras que las personas desean tener, me parece que las personas deberían saber que lo que compran es producto de la explotación”, señaló Garcia en una entrevista.

“A esta gente, en mi opinión, la explotan totalmente por suéteres de 9,000, 10,000 y 12,000 dólares… Es horrible”, añadió.

Garcia afirmó que en realidad no se considera un icono de la moda. Los trajes que viste para el trabajo son de Men’s Wearhouse. Además, pese a ser hermano mayor de una estilista de las celebridades (su hermana Dianne ha vestido a personalidades como Rosalía y SZA con innumerables atuendos de diseñador), comenta que las opciones más lujosas de su guardarropa son suéteres de varios años que compró con un gran descuento cuando trabajaba en Banana Republic.

No obstante, decidió expresarse con respecto a Loro Piana después de leer una noticia de Bloomberg el mes pasado que exploró la relación entre la subsidiaria multimillonaria del imperio de artículos de lujo y los miembros de la comunidad indígena peruana que obtienen y venden la lana de la vicuña andina, una prima de la alpaca más pequeña y con pelaje marrón dorado.

La lana de vicuña se considera la “fibra de los dioses” y en cierta época se catalogó como un tejido sagrado que usaba la realeza inca. El animal era objeto de devoción en el folclor indígena por la idea de que era una doncella reencarnada cubierta con una túnica de oro. En la actualidad, con su pelaje fino y brillante se hace uno de los materiales textiles más caros que hay.

Loro Piana ejerce su influencia a través del uso de materiales raros con precios fuera del alcance del público en general, lo que la ubica como una de las marcas más preciadas dentro del conglomerado operado por el hombre más rico del mundo.

En años recientes, los legisladores han logrado un inusual consenso bipartidista contra los actores de mayor talla en empresas e industrias de todo el mundo, como se demostró con el cuestionamiento a las prácticas laborales de Amazon, la mayor minorista en línea del mundo, y las acciones para obligar a la empresa china controladora de TikTok a vender la popular aplicación de redes sociales.

La lana de vicuña se considera la “fibra de los dioses”. (Photo by Artur Widak/NurPhoto via Getty Images)
La lana de vicuña se considera la “fibra de los dioses”. (Photo by Artur Widak/NurPhoto via Getty Images)

Matthieu Garnier, director ejecutivo de Loro Piana North America, negó la información publicada por Bloomberg y se opuso a los cuestionamientos de Garcia.

El artículo de Bloomberg “no describe con precisión ni justicia la realidad de la forma en que se obtiene la fibra de vicuña en Perú, ni el compromiso genuino y prolongado de Loro Piana con la comunidad”, escribió Garnier en una respuesta a la carta de Garcia que revisó The New York Times.

Destacó los proyectos de conservación de la empresa en la región e indicó que esta ha desempeñado un papel esencial por su contribución a la recuperación de la población de vicuña en Perú de una situación prácticamente de extinción a causa de su caza excesiva. La empresa logró esto, según escribió Garnier, “gracias a que ofreció un precio de compra por la fibra esquilada de vicuña suficientemente alto para brindar oportunidades económicas reales”.

Explicó que Loro Piana les paga a los trabajadores “de conformidad con la práctica local” (por lo regular, una vez al año cuando se recolecta la lana de los animales) y compensa a “las organizaciones independientes que se encargan de su obtención”. No respondió a señalamientos específicos de que la empresa ha pagado menos en años recientes, pero sí indicó que el propio pueblo indígena ha rechazado algunas de las acusaciones de explotación.

Garcia aseveró que no estaba satisfecho con la respuesta y seguiría ejerciendo presión para que se realicen cambios.

“Solo decir que has invertido en algunas mejoras de infraestructura y en algo de educación no es suficiente”, opinó Garcia. “Esto sucede en toda América del Sur, en Perú y en todo el mundo en este tipo de comunidades de menores ingresos, y es especialmente cierto en las comunidades indígenas de esos países. Ahí es donde se sufre más explotación porque esa gente no tiene mucho acceso a recursos”.

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c.2024 The New York Times Company